La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina de Stieg Larsson

Esta es la segunda parte de la trilogia llamada milenium. La primera la vi en pelicula y me resulto muy atractiva aunque un poco desconcertante. El libro es de muy facil lectura y por eso engancha, aunque hay muchas cosas que a mi como lector me hacen sospechar. Siguen las desventuras de Lisbeth Salander una mujer que lleva toda su vida maltratada de forma caprichosa y gratuita por unos y por otros, con conocimiento de los servicios secretos suecos, los cuales no hacen nada para impedirlo. De entrada el escritor se regodea en la violencia del maltratador, contando cantidad de detalles dificilmente imaginables por un maltratador profesional, que podria estar tomando nota y posteriormente justifica la tambien desmedida venganza de Lisbeth cuando pilla a alguno, haciendo gala de lo maravilloso y facil que es ser un hacker para lograr tus fines de venganza personales. Por otra parte esta el otro protagonista, su protector Mikael Blomkvist, escritor enamorado de ella, no se sabe muy bien porque, pero por otro lado se va acostando con toda dama que se cruza por su trabajo, desoyendo los dichos populares y con el consentimiento de los maridos de estas. Entre otras cosas que me desconciertan, además de la justificación de la violencia, es la profusión de marcas comerciales, como comidas rápidas, tiendas de muebles, tabaco, agendas electronicas, telefonos, coches, que habitualmente no pasan de decir su nombre generico, aqui se especifica marca y modelo y en algun caso la calle donde esta la tienda, que no me he parado en comprobar su autenticidad.

Como hay una tercera parte, pues comence su lectura, pero no pude continuar más allá de la página 100 pues los desvarios de la trama ya se hacen insoportables.

Mi valoración: 7